Santificado sea tu nombre para siempre en el Handball barilochense
Fue un hecho histórico. El Colegio San Esteban, en la rama masculina- obtuvo el subcampeonato en el Torneo de Cadetes que se disputó durante todo el fin de semana en diferentes escenarios de Bariloche. Cayeron en la final ante una potencia como la Sociedad Alemana de Gimnasia de Villa Ballester por un gol.
San Esteban logró lo que nadie en el Handball de Bariloche. Llegar a una final de Cadetes A, la máxima categoría, esa que todo juvenil espera jugar. San Esteban fue el que lo hizo por primera vez en la historia. Un equipo del interior, humilde, con un cuerpo técnico sencillo y con todas en contra.
La primera de ellas la falta de continuidad que tiene nuestro Handball. Pero agachó la cabeza y con el correr de los partidos se fue dando cuenta que podía. Su arranque no fue el mejor. Cayó justamente con SAG Villa Ballester, quien sería su verdugo en la final. Su primer partido lo perdió por 10. Ayer no fue el mismo partido, fue otro totalmente diferente, inclusive al culminar el primer tiempo, estaba arriba y con todo para ganarlo, pero la experiencia de quién fue campeón 2014, pudo más.
El equipo tuvo unos 25 minutos iniciales tremendos. Las casi 1500 almas que colmaron las instalaciones del Gimnasio Municipal 3 (quedó chico), guardarán por siempre en sus retinas el buen planteo que hizo el cuerpo técnico.
El plantel tuvo puntos muy altos. Altísimos. Luego los nervios, la presión de toda la gente de local hizo el resto. ¿Pero a quién le importa eso? Si lo que verdaderamente importa es que un plantel barilochense llegó a la final y le planteó un partido durísimo a los de FeMeBal.
Ete plantel estuvo compuesto por Juan Cruz González, Gastón Aros, Martín López, Jorge Araujo, Braian Reyes, Cristian Rivera, Agustín Sierra, Lautaro Licari, Tomaz Matías, Jerónimo Clinalz, Tomás Gilabert, Manolo Yáñez, Nehuen Chiaguaipil, y Juan Ignacio Christiansen. El cuerpo de entrenadores lo integran, Beto Werstermeier, Gonzalo Andrés y Alejandro Heredia.
Chicos de bajo perfil, entrenadores de bajo perfil, humiles laburadores todos, sabiendo que tenían un Nacional en casa, y venían los mejores. Eso no fue obstáculo. Cada piedra la fueron sorteando como pusieron, con lo que tenían hasta llegar hasta donde se llegó.
El Handball que tuvieron enfrente juega todos los fines de semana fechas, ante los mejores, acá una vez por mes y si se puede. Tienen un recambio impresionante, acá es poco. Allá tienen un apoyo enorme. Acá a veces ni gimnasios. Pero a pesar de eso, estos pibes se metieron entre los mejores del país en este certamen que seguramente marcará un antes y después en la Handball local y que se espera sea mejor.
*Nota extraída del diario El Cordillerano* *imagen del Bariloche 2000"
